LA BATALLA CIEGA


El grito de las balas retumbaba en mis oídos, me dolían los dedos de tanto disparar y mi escondite de madera no resistiría mucho más tiempo. Agachado con mi casco roto, no tenía más opción que salir como pudiera de la sofocante lluvia de balas que me perseguían. Mire mi cinturón y por suerte me quedaban suficientes
balas como para acabar con los 5 tiradores que me disparaban.
Mi casco roto todavía me protegía, así que saque la cabeza para ubicar a mis asesinos. En un movimiento rápido saque una de las manos y le dispare en la cabeza, la caída fue instantánea, con mi otra mano, dispare en otra dirección y falle mi disparo a la cabeza colocándolo en su largo cuello, no muy feliz me escondí detrás de otra pared y recordé que me quedaban tres por asesinar.
Los policías que pensé que estaban entrenados solo se refugiaron detrás de lo que pudieron, lo cual significaba que me tocaría ahora hacer el papel del gato, ya que podía sentir su miedo a través de las paredes, yo tenia la ventaja. Escuche algunas voces provenientes de una pared, y con mucho sigilo asome mi cabeza para vislumbrar la presencia de mis próximas victimas.
Una vez mas Salí sigilosamente de mi escondite y agachado doble mi cabeza por detrás de la pared que les servía como su ultima morada antes de acoger en su dulce sueños el calor de mis balas. Desde abajo dispare con mi mano derecha las sienes de los asustados y escondidos vigías, ¡solo quedaba uno! Y planeaba buscarlo en donde estuviera.
Me apresure a llegar de nuevo a mi anterior escondite, y en el camino pude ver la sombra de una mano armada y temblorosa buscando hacia donde disparar, me encantaba infundir ese miedo, aunque tenia la ventaja, ya que ellos pensaron que se encontrarían con solo un vanidoso y amanerado millonario buscando lo que le quitaron.
Con las victimas en el suelo me senté a esperar algún movimiento estúpido de mi próxima victima, sabia que el miedo lo haría fallar en cualquier momento, y aunque no era muy paciente me senté a esperar el momento mas adecuado como para terminar con la vida de otro corrupto policía de los muchos que tenia mi pequeño país.
Se acerco cada vez mas a mi y mi corazón latía cada vez mas rápido sin mas pensarlo salte y le dispare, fue un fulminante ataque y callo al suelo me acerque a el con cara de victoria pero mire su rostro y vi que no se trataba de nadie mas que mi padre quien se creía perdido desde hace muchos años…
FIN.


1 comentarios:

LA COSA LITERARIA dijo...

Carlos, esta estupendo tu blog, me agradan muchos tus ideas y tu imaginacion vuela tanto... como dice Cote en su blog! Te felicito de verdad.
Dios te bendiga, muchos exitos.
Adelante, tendrás tu recompensa!
Tu Profe

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